• El Bazar de Saavedra se sube a La Noria

    El pasado mes de Diciembre varios de los tertulianos de "El Bazar de Saavedra", tuvieron el placer de participar en una versión alternativa de "La Noria". ¿Quieres ver los vídeos de tan importante acontecimiento? Pincha en el título y disfruta con ellos

  • El Bazar de Saavedra

    A pesar de la crisis, y contra todo pronóstico, "El Bazar de Saavedra" cumple un año con sus puertas abiertas de par en par las 24h del día. Como regalo de cumpleaños estrenamos este slider de imágenes donde podréis ver lo más relevante del blog. Pinchar en las flechitas y daros una vueltecita. Gracias a todos por vuestras visitas y comentarios.

  • La Tertulia

    Semanalmente nuestros prestigiosos tertulianos comentarán lo acontecido en la jornada de la Liga BBVA. Le pondrán una nota de humor a la actualidad deportiva.

  • El Consultorio

    Envía tu pregunta a cualquiera de nuestros tertulianos, él te la responderá personalmente. No te cortes, podemos abordar cualquier tipo de tema.

  • Fotomontajes

    Fotomontajes cómicos para abordar diversas noticias de actualidad.

  • Monólogos

    Breves monólogos sobre diversos aspectos peculiares de nuestra vida cotidiana y el mundillo que nos rodea.

A mi amigo no le gusta el fútbol

Hay un tópico muy generalizado que afirma que a todos los hombres les gusta el fútbol. Pues bien, aunque yo me incluyo en ese grupo, hay otros cuantos que conforman la excepción esa que siempre confirma la regla. Sin embargo no todos son iguales, seguramente muchos de vosotros tenéis a varios de ellos en vuestros círculos de amigos. Por eso mismo, voy a hacer una clasificación particular de ellos. 

El bohemio
Si por el fuera todos los días presentaría al Congreso de los Diputados una propuesta doble de abolición de la Fiesta Nacional, y así acabar con los toros y el fútbol. Aunque a algunos les pueda parecer inverosímil, este tipo de personas no saben quien es Cristiano Ronaldo y creen que Santiago Bernabéu es solamente una parada de metro. Cuando pasan a algún sitio donde se está retransmitiendo un partido, entornan los ojos y miran a la pantalla como si fuera el Sol de mediodía, después hacen una mueca para terminar abandonando el lugar al tiempo que se recolocan sus gafas de pasta. 

El madre
Aunque tenga en común con el bohemio su animadversión hacia el fútbol, su reacción varía sensiblemente. Por un lado siempre se sorprenden cuando hay fútbol en la tele, y su pregunta más frecuente es la siguiente “¿Pero hoy también hay fútbol?”. No importa cuantas veces le expliques que las competiciones europeas se juegan entre semana, cada cierto tiempo te vuelven a preguntar por qué. De vez en cuando intentan adentrarse en este mundo tan complejo y hacen intentonas en vano por entender cosas como el sistema de clasificación para el mundial, el fuera de juego, la cláusula de rescisión, las sanciones…

El quiero y no puedo
Este es el más curioso de todos, ya que a pesar de que realmente no le gusta el fútbol, trata de disimularlo lo mejor posible. No sólo eso, sino que hace verdaderos esfuerzos por intentar parecer un entendido del mismo. Para ello, sus armas fundamentales son las webs del MARCA y del AS, se convierten en su fuente de información para después poder comentar la actualidad deportiva. Suelen memorizar los titulares y acostumbran a soltártelos de carrerilla, antes de que se les olvide. Esta técnica les suele funcionar para salir del paso, pero cuando profundizas un poco más suelen cometer errores de bulto como preguntarte por aquella Champions League que ganó el Atleti.
Suelen dejarse caer cuando hay fútbol en la tele, a pesar de que los ves sufrir en el sillón, en el minuto 35 ya no saben donde meterse y el descanso les llega como un alivio, suelen aprovecharlo para desaparecer sigilosamente. Su falta de criterio futbolístico también es curiosa, lo demuestran con sus comentarios durante el partido. Por ejemplo, si se sientan al lado de un Raulista le dan la razón y ensalzan las virtudes del capitán, piden que vuelva a la selección y vitorean sus carreras luchando por la pelota. Si por el contario, están al lado de un anti-Raulista no dudan en celebrar su suplencia, pedir que se retire ya y criticar cada vez que corre detrás del balón. Lo peligroso es cuando se sientan entre los dos, entonces suelen tirar por la calle del medio y critican a Guti. 

El reivindicativo
Por lo general se trata de aquellos individuos que practican uno de los llamados “deportes minoritarios” en nuestro país. Comparte ciertos aspectos con el bohemio ya que constantemente te da pequeños mítines sobre lo duro que es su deporte y lo poco reconocido que está. Denuncia las injusticias que hay en la diferencia de sueldos, y pasa buena parte de su tiempo rebuscando por los canales deportivos de la TDT alguna retransmisión de su deporte. 

El toca pelotas
A este señor no le gusta el fútbol, sin embargo está al tanto de los resultados. Me explico, lo primero que hace es enterarse de cuál es tu equipo, para así poder pincharte cuando pierde. Otra característica muy común de ellos es arrimarse al sol que más calienta, haciéndose ultras del equipo que va primero en esos momentos. Su “momento All-Bran“ consiste en cachondearse lo máximo posible de aquellos que hacen un mundo de una derrota de su equipo, o incluso entran en un estado melancólico-depresivo cuando no ganan un título.

MARADONA presenta...AMAMAR

Hace unos meses, Diego Armando Maradona sorprendió a propios y extraños con sus declaraciones tras haber clasificado a Argentina para el Mundial de Sudáfrica. Supongo que la mayoría conocéis dichas palabras, pero por si acaso os refresco la memoria. Sus lindezas fueron dedicadas a los periodistas, a los que amablemente les espetó: "Que la chupen, que la chupen y que la sigan chupando" "Que la mamen...". Eso sí ,antes de decir todo eso, pidió perdon educadamente a las mujeres que había allí presentes; todo un caballero el pelusa.

Por eso, aprovechando el tirón comercial que ha tenido la última película de James Cameron, he hecho mi fotomontaje particular para rememorar estos dos acontecimientos de carácter mundial. Me imagino que no será la última del astro argentino, porque ya avisó que él era o blanco o negro, gris nunca; así que, agárrense los machos todos los periodistas que lo vayan a acompañar este verano en la cita mundialista...


Carnaval 2010


La gente que me conoce sabe de sobra que para mí , el Carnaval ,es una fecha que siempre tengo marcada en rojo en mi calendario particular. Me gusta prepararme a conciencia los disfraces, y luego no limitarme a ser el mismo de todos los días pero con distinta ropa. Siempre elijo personajes que me den juego y así poder hacer mis bromas con la gente. 

Este año el elegido fue nada más y nada menos que El Rey del Pop (parece que me gusta la realeza porque hace dos años me disfracé de El Rey Juan Carlos I...). Ha sido uno de los años que mejor me lo he pasado con el disfraz, y quizás del que más reconocimiento haya tenido por parte de la gente. 

Mi "broma" particular era por un lado comentar que yo (Michael Jackson) había venido a España a presentar mi nuevo disco, un dueto junto a Peret; ya que el rey del pop necesitaba de alguien que estuviera a su altura como era el rey de la rumba. Nuestro single sería "Y no estaba muerto...". También llevaba una etiqueta con el logotipo de ni nueva empresa "Guarderías Michael Jackson". Todo esto lo hacía bajo el prisma de humor que deja el Carnaval. 

Vaya por delante que considero que Michael era un auténtico genio, ya que he estado durante un buen tiempo empapándome de todo lo que tuviera que ver con él. Música, coreografías, escenografías, videoclips, trajes...todo cuidado hasta el más mínimo detalle y de una calidad superlativa.

Mucha gente me preguntaba que de donde había sacado la chaqueta, y otros se echaban las manos a la cabeza pensando en cuantísimo dinero me podría haber costado. Pues todo ello ha sido gracias al buen hacer de Mamá Saavedra con la costura, que visto lo visto, no tiene nada que envidiarle a los sastres de Jackson.

Espero que hayáis disfrutado todos del Carnaval, cada uno a su manera, y...¡ya queda menos para el próximo!



El nuevo disco de Michael Jackson

Los tipos de fan de Lost



Hoy por hoy el tema del que más habla la gente, a parte de la crisis, es de la serie Perdidos. De hecho, la pregunta recurrente de cada semana es ¿has visto el capítulo ya?. En función de si la respuesta es negativa o no, tenemos dos tipos de reacciones.

“¿Sí? ¡Pues cállate que yo todavía no! No digas nada eh, que te jodo la peli de Avatar o te cuento el último de El Internado”.

“¿No? Pues madre mía, menudo flipe el final, ya verás ya…¡yo no se que se meten los guionistas! Aunque la verdad es que se están flipando un poco ya…”

Debido al fenómeno social en el que se ha convertido esta serie, podemos clasificar a sus fans en distintas “familias” o clases. Así que empecemos con la disección.

El realista: Es el tipo de persona que se escandaliza por cualquier cosa que no tenga una base científica, y que no sea algo realista al 100%. Constantemente está criticando todos los aspectos sobrenaturales de la serie, y se mantiene al margen de aquellos que disfrutan con esas cosas. Teniendo en cuenta que ya en el primer capítulo aparece un oso polar en la serie, el humo negro se carga al piloto y un paralítico empieza a dar paseos cual Labordeta en “Un País en la Mochila”…la verdad es que no entiendo muy bien por qué sigue viéndola.

El filósofo: Este individuo le encuentra una base filosófica a todo lo que acontece en la isla. Le encanta dar la brasa a los demás con sus teorías judeo-masónicas sobre la iniciativa Dharma. Su álter ego es John Locke, y sufre un orgasmo cada vez que lo escucha decir “La isla nos lo dirá”. Probablemente cuando acabe la serie se comprará un talonario Bancotel y se pasará el resto de su vida haciendo viajes desde Sidney a Los Ángeles.

La fan rosa: Esta es la versión totalmente opuesta al filósofo, ya que no se para a pensar nada acerca del misterio de esta serie. Simplemente la ve porque en ella siempre salen o su Jack o su Sawyer. Sus capítulos preferidos son aquellos en los que el melenas sale sin camiseta o el médico cándido hace gala de su eterna bondad. Son fácilmente identificables porque en sus perfiles del tuenti hay más fotos de estos dos señores que de cualquier miembro de su familia.

El eterno asombrado: Para él cada capítulo es una obra de arte y se queda totalmente asombrado cuando termina. Jamás lo verás calificar un capítulo de Lost como “flojo, soso o de relleno”. Es como si no hubiera visto ninguna serie desde que terminó Farmacia de Guardia. Yo creo que hasta calificará como obra maestra que en el capítulo final todo sea un sueño de Antonio Resines.

El marginado: Esta persona empezó a ver la serie para poder integrarse socialmente. Viendo la serie ya puede etiquetarse en muchas de las fotos de sus amigos, puede participar en las múltiples conversaciones donde se comentan los capítulos e incluso empieza a entender las cortinillas publicitarias de Cuatro.

El pasota: Como su propio nombre indica, a este le da igual todo. Comenzó viendo la serie en La 2 de TVE, luego vio capítulos sueltos por la FOX. Un par de años después se descargó unos cuantos capítulos y este verano vio otro puñado en la Cuatro mientras dormía la siesta. No les importa ver capítulos de una temporada sin haber terminado la anterior, y si ya es complicado seguirle la pista viéndola en orden ¿cómo coño se enteran estos de la trama?.

El impaciente: Este es el más peligroso de todos, ya que no puede soportar el hecho de tener que esperar para ver nuevos episodios. Por lo tanto, lo que hace es rastrear en Internet y Youtube hasta la saciedad, verse todos y cada uno de los vídeos promocionales, leerse todas las noticias y entrevistas en las que pueda descubrir algo nuevo, tragarse todos las campañas virales de los guionistas… . Fruto de su impaciencia tampoco pueden mantener la boca cerrada, y a la mínima oportunidad te sueltan todo lo que han descubierto.

El iluso: Es el que se espera a ver la serie en español, pensando en que ninguno de los que ya la han visto les va a contar nada. Sin embargo, teniendo a un impaciente, a un eterno asombrado o incluso a un marginado cerca, el riesgo de que te revienten la temporada entera es muy alto. Siempre hay una frase inoportuna que se escapa en algún momento, y ya que te han revelado algo deciden contártelo todo. Total, si tarde o temprano lo acabarán haciendo, mejor todo de un tirón, que duele menos.

El fan nº1: En realidad, le gustaría que le llamasen el fan nº 4 8 15 16 23 42, de hecho lleva unos cuantos años jugando esos números a la Bonoloto. Su concepción del tiempo cambió desde el momento en que ese avión se estrelló en la isla, para el el calendario se divide en a.L. y d.L. (antes de Lost y después de Lost). Según él, el Viernes Santo no se conmemora la muerte de Cristo, sino la muerte de Jacob. Para el las estaciones del año no son cuatro, son tres. 1. Meses de espera impaciente a que empiece la nueva temporada. 2. Meses donde la vida tiene sentido porque cada semana hay capítulo nuevo. 3. Meses de shock por la sesión final de la temporada. Con estas personas hay un tema tabú que es mejor no mencionarles demasiado ¿Que harás cuando termine la serie?.

Bueno, más o menos creo que aquí quedan retratados todos los fans de esta serie. Estos son los casos más extremos, pero yo creo que todo el mundo tiene por lo menos un poquito de alguno de ellos. Ya queda poco para que termine la serie, así que disfrútenla y esperemos que el final no decepcione (aunque es un reto bastante complicado). Sobre todo, crucemos los dedos para que Telecinco no se decida a comprar el formato y hacer “Perdíos”.


La fauna de la clase: El Cerebrito

Existen infinidad de titulaciones y estudios que se pueden hacer, pero todos ellos tienen unos cuantos personajes en común. Uno de ellos es el típico cerebrito, también conocido como “el puto máquina” que se saca la carrera con notazas. Gente así es muy peligrosa, y ahora estamos viendo las consecuencias, el Plan de Bolonia. Como iban sobrados y se sacaban los títulos con la gorra, han pensado que 5 años eran muchos, y que con 4 nos tenemos que apañar. 

Así que gracias a ellos se están rompiendo leyes milenarias como las de no ir a clase, estudiarse la asignatura unos días antes del examen, los apuntes mágicos que pasaban de generación en generación… Ahora estamos todos adaptados al Espacio Superior Europeo, ¡y yo que pensaba que eso era ganar la Champions League!.
Vamos a analizar el comportamiento de estos individuos, y nos vamos a situar en su lugar por excelencia, un examen. Comencemos por la llegada al aula en cuestión. Si llega temprano, se pone delante y empieza a repasar, malo, “a ver si es pelota el tío que se pone delante del todo para que lo vea bien el profesor” “pero a ver para que repasa, si se lo sabe de sobra, menudo ansioso…”. Si llega de los últimos, malo, “míralo, viene el tío de sobrado, ¡como se lo va a sacar con la cola!”. 

Si durante el transcurso del examen empieza a escribir como un poseso, malo, ves tu hoja y empiezas a pensar que con el testamento que está escribiendo el otro, lo tuyo no va a servir ni para ponerlo en el Twitter. Si por el contrario, acaba pronto, tú comienzas a replantearte tu propia inteligencia y la frase que más se repite en tu cabeza es “no puede ser, no puede ser, será cab…”. 

Cuando termina el examen tampoco puedes socializar con ellos. Lo que nos gusta a todos después de acabarlos es salir resoplando, comentar lo difícil que ha sido y mandarle saludos a la familia de los profesores. Con ellos no puedes porque sobra decir que les ha parecido fácil, y de hablar sobre los profesores olvídate, han convivido más tiempo con ellos que con cualquiera de sus compañeros de clase. 

Pero no pasa nada, no son perfectos. De hecho, muchos de ellos son incapaces de aplicar su privilegiada inteligencia para cosas elementales de la vida. De vez en cuando te sorprende su gusto para vestir, combinando los pantalones del chándal de las escuelas deportivas de su pueblo con los zapatos, o poniéndose una camiseta de Las Tortugas Ninja para salir un sábado por la noche. Además hablar de ellos siempre es un tema recurrente, y para que negarlo, nos encanta criticarlos. Además, si por algún alineamiento extraño de los planetas de la Vía Láctea suspenden un examen, ya tenemos la excusa perfecta para declarar el día como fiesta escolar y organizar un buen botellón a su salud.  

Esto es todo amigos, estoy casi seguro de que ninguno de vosotros se corresponde con los cerebritos, ellos no pierden el tiempo leyendo blogs donde solo cuelgan tonterías. Prefieren actualizar la Wikipedia para que luego podamos hacer bien nuestros trabajos.
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