Hace unos días tuve una desagradable sorpresa, y es que tras varios intentos fallidos de iniciar sesión en mi cuenta de Hattrick, empecé a sospechar que algo malo iba a pasar. Algo así le ocurrió a Raúl cuando empezó a ver que su peto en los entrenamientos era de un color distinto al de Cristiano Ronaldo, que sospechaba.
Para los que no lo sepan, Hattrick es un juego de internet, donde puedes tener tu propio equipo de fútbol y el objetivo es llevarlo a lo más alto, como hace la familia Gil con el Atlético de Madrid. Bueno, el caso es que efectivamente me habían baneado del juego, tenía un e-mail muy bonito donde me comunicaban que por hacer trampas me daban una generosa patada en el culo. Lo mejor de todo, es que no había hecho nada de lo que me acusaban…vale, es la típica excusa, pero ¡llevaba razón!. De todas formas, el fútbol está lleno de mafiosos, y los chanchullos están a la orden del día, así que… si el objetivo del juego es aproximarse a la realidad, ¡deberían permitir las trampas!. Si Ramón Calderón se enterase de todo esto…
Pero las desgracias nunca vienen solas, y no fui el único agraciado con esta lotería tan particular. El premio fue compartido, a un amigo mío también le indicaron cuál era la puerta de salida, aunque el ya sabía por donde estaba. Lo de mi amigo fue más cruel todavía, y es que era el Guardiola del Hattrick; un tío que iba cosechando títulos al mismo ritmo que iba dejándose el pelo y la salud. Deberían tener más consideración con las jóvenes promesas.
Resumiendo, que no nos hicieron ni caso, y menos aún sabiendo que se habían equivocado. Así que amigos de estos juegos, tengan cuidado, el mundo está lleno de frikis cuarentones; que se pasan las horas delante del ordenador con su camiseta de Star Trek y fotos de David Hasselhoff de fondo de escritorio…y en cualquier momento te pueden cazar.
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