Tiempo de exámenes

Estamos en plenos exámenes, después de tanta fiesta y tanto desfase viene la cruda realidad. Estas semanas son, como dirían en el corte inglés, las semanas fantásticas. Lo que pasa que aquí las rebajas las hacen los profesores con nuestras notas, pero ese es otro tema.

Son unas semanas, en la que la gente tiende a agobiarse y la presión es muy alta. No obstante hay un colectivo en particular que lo sufre mucho más que nadie, se agobia mucho más que nadie, sus exámenes son los más difíciles de todos y sus profesores los más duros. O por lo menos, eso me lo parece a mí, porque no hay más que ver sus caras y oír sus quejas en estos días. Sí, amigos, se trata de los estudiantes de Magisterio.

Hace unos meses se pusieron en huelga porque les pretendían cambiar el nombre, un asunto de tamaña importancia no merecía menos. Así que, en esta ocasión seré yo el que les otorgue un nombre acorde a sus méritos, a partir de hoy los llamaré Ingenieros de la Educación.

Entiendo su preocupación cuando llegan los exámenes, y es que el calendario académico se ceba con ellos colocándoselos todos ahora. Lo hacen para pillar, primero les dejan cuatro meses tranquilitos, para que se confíen, sin hacer ninguno y claro, llegan a Enero con menos entrenamiento que Guti en el Madrid. Algunos profesores tienen ideas tan malas como hacer test eliminatorios…o peor aún, ¡penalizar los fallos! ¿Habrase visto insolencia?.

También son propensos a padecer ansiedad, y su único remedio es actualizar su estado del Tuenti y/o Facebook con frases del tipo “Exámenes noooooooooo”, “Se acabó lo bueno aarghhh”, “Plástica hecho, ¡ahora a por Conocimiento del Medio!”, “Agobiado no, lo siguiente”. Otros demuestran la cantidad de cosas que tienen que estudiar subiendo fotos de sus apuntes. Esos apuntes donde los temas aparecen grapados, siendo grapa lo que tiene más profundidad de todo.

Pero bueno, no todo iba a ser sufrimiento. El destino les premiará en un futuro más o menos lejano, con sus tres meses de vacaciones bien remuneradas; aunque tengan que volver a acostumbrarse a que los viernes sean días laborables.

Bueno, después de estas reflexiones en voz alta, seáis o no Ingenieros de la Educación; mucha suerte para vuestros exámenes.